La verdad es que el potro está precioso, se le ha puesto un cuello toro impresionante, y se mueve de maravilla, pero tenemos que ser muy muy pacientes con él, está creciendo demasiado, se está haciendo un bicharraco compacto, fuerte, pero con mucho peso y hay que cuidarle mucho. Nos comentan que seguro que hasta otoño nos olvidemos que existe...eso sí, la ilusión de que sea un gran caballo sigue ahí...
lunes, 17 de marzo de 2008
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